La consultoría ha muerto. Nos ha dejado. Au revoir. Y, además, no va a volver. Jamás. No importa: nunca ha existido. Es un invento. Humo. Una palabra manida y carente de significado. Nada tangible. Una forma de tapar un hueco.
Una chapuza creada para unificar conceptos que no se sabía muy bien cómo llamarlos. Si me consultan, lo dejo todo. Una palabra que ha tratado de imponerse a todo lo demás. Sin definirse exactamente.
Nosotros queremos dar nombre a esos conceptos que la consultoría se ocupó de ocultar. Pues todas esas cosas que no tenían nombre eran importantes. Muy importantes. Y el concepto vacuo de la consultoría los dejó en un segundo plano. Servicios fundamentales muchas veces para las empresas.
El entierro de la consultoría debe ser motivo de alegría. Una fiesta que nos haga olvidar un pasado gris e indefinido. La fiesta que nos dé la bienvenida a una nueva era que nos abra los ojos a todos. Y apostar por metodologías innovadoras y ágiles.
Ir por delante del cliente. Creatividad. Talento. Todo lo que nos hace únicos. Todo aquello que nos permitirá hacer lo que nos gusta. Y como sea mejor, para todos.
Para avanzarnos al futuro, primero que nada, tendremos que hacer algo sencillo pero que se estaba perdiendo: escuchar. Las preocupaciones. Las necesidades. Las inquietudes. Señales todas ellas para empezar a vislumbrar un camino de ‘co-creación’.
No estaremos solos. Nunca más. Nos necesitamos. Y nuestras aportaciones vendrán precedidas de saber escuchar con atención. Nosotros queremos centrarnos en las personas. Y preguntar. Analizar toda esa información y profundizar en los anhelos. Los deseos. Los objetivos. Los sueños.
Sueña con nosotros. Nuestra propuesta es fruto de un sueño compartido. Para construir un futuro mejor. Para la empresa. Para todos. Queremos contar la misma historia: una historia de éxito. De satisfacción. De sacar lo mejor de uno mismo. De ver el futuro. Paso a paso. Y sonreír ante lo que nos depara ese futuro creado por ambos. No nos gusta imponer. Nos gusta compartir, modificar, mejorar.
Nuestra propuesta es conjunta. Nosotros tenemos las herramientas. Y métodos ágiles que son llevados a cabo por especialistas. No se trata de un proyecto rígido, se trata de un proyecto líquido que se ajusta a las necesidades del cliente y que sabe leer las circunstancias que le rodean.
Queremos ser tu vocación, un conocimiento tácito y explícito. Nuestra sabiduría aplicada a una realidad concreta descrita por el cliente.
Nuestro concepto es tangible ya que deseamos conseguir resultados y dejar huella. Queremos ser como un buen chef. Exquisitos con nuestro menú. Cuidadoso al detalle con cada cliente para que se ajuste a sus deseos, sus gustos y que, además, emocione.
Queremos celebrar contigo el final de una era marcada por un concepto que acabamos de enterrar. Adiós, consultoría; bienvenida:
Una forma de hacer el asesoramiento en el desarrollo de personas y organizaciones pero de forma conjunta, unidos todos los actores de la acción, y siempre de una forma colaborativa, empatizando o mejor dicho poniéndonos en la piel del cliente, siendo visionarios para adecuar las acciones no solo al presente sino también al futuro.
CO-CREAMOS los proyectos en el desarrollo de las organizaciones combinando nuestras metodologías ágiles con el conocimiento de la empresa que tiene el cliente. Pues el saber que tiene el director de su propia empresa es en muchas ocasiones trasmitir, por eso creamos juntos la solución, poniéndonos conjuntamente un foco imprescindible: conseguir juntos los resultados deseados.
Unidos, en sintonía conjunta, para conseguir lo que nos propongamos.
Jose Enrique García, Director General de Equipo Humano.