Como si de un ejército se tratara, las empresas se han lanzado de forma masiva a reclutar talento, o dicho de una forma más amistosa, a atraer talento a sus organizaciones, dirigiéndose al mercado con propuestas singulares, atractivas y definiendo muy bien cuál es la propuesta de valor que dan a sus candidatos/as.
Esto es un síntoma importante de la muletilla que se escucha últimamente en la sociedad empresarial: «No hay suficiente talento en el mercado porque la preparación que tienen las personas no es la adecuada para las necesidades de la empresa». Y posiblemente sea así, nuestro sistema educativo no prepara a los estudiantes para las necesidades reales que tiene la empresa. No se les enseña a gestionar el cambio de una forma adecuada, ni capacidad de resolución de problemas, tampoco habilidades de gestión o a cómo dirigir un equipo de trabajo, no saben qué es el liderazgo ni los beneficios que tiene el trabajar en equipo y la forma de hacerlo, y así un largo etcétera.
Eso sí, se les da un alto conocimiento en materias específicas que también es necesario e imprescindible. Pero considero que el planteamiento lo podríamos hacer de forma inversa y empezar primero por nosotros mismos.
En primera instancia centrémonos en las personas que tenemos dentro de nuestra organización y detectemos el talento que tenemos utilizando por ejemplo la parrilla de la «nine box grid» a través de software como Talent.
Una vez tengamos clasificado el talento, comencemos a conocer cuáles son las necesidades y expectativas que tienen esas personas, manteniendo entrevistas de expectativas de futuro. No nos centremos en el desempeño pasado, centrémonos en el futuro y en los deseos que se quieren conseguir y de esta forma poder desarrollar planes individuales que fidelicen a las personas con la organización, ya que entonces habremos sido capaces de poder cubrir sus expectativas.
Tan importante es atraer como retener, y no debemos olvidar nunca que las personas que tenemos en nuestras organizaciones tienen un talento que debemos saber detectar y sacarle el mayor provecho. No nos lancemos al mercado sin conocer qué es lo que tenemos en nuestras empresas, pues estaremos cometiendo un error y una injusticia enorme.
José Enrique García, director general de Equipo Humano.
Vía: El Mundo
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