¿Por qué tenemos que ir siempre corriendo?
¿Por qué lo urgente se antepone siempre a lo importante?
¿Por qué tenemos que estar en veinte cosas a la vez y no podemos detenernos a meditar reposadamente las cosas que merecen ser meditadas?
Quien tenga la respuesta a estas preguntas que levante la mano, por favor.
Una de esas cuestiones a las que merece la pena dedicar una pensada son los planes de carrera. ¿Mande? ¿Planes de qué? Sí, planes de carrera. Un instrumento tan útil como ausente en la mayoría de las empresas. Porque la mayoría de las empresas se pasan la vida apagando incendios y acometiendo a machetazo limpio el corto plazo, mientras el largo plazo queda abandonado a su propia suerte como una balsa a la deriva.
Vale la pena detenerse a planificar la carrera de las personas que trabajan en tu empresa. Los planes de carrera no sólo ayudan a la compañía a prever las necesidades futuras de su plantilla y a saber cómo cubrirá esas necesidades, sino que además tiene un efecto estimulante sobre las personas.
A todos nos gusta saber qué va a ocurrir a continuación. A todos nos gusta tener una idea aproximada de lo que nos puede deparar el futuro, si hacemos bien las cosas. El plan de carrera, ya sea genérico o individualizado, puede marcar el itinerario del crecimiento individual dentro de la empresa, lo cual ayuda a tener fe en un futuro mejor (fidelización), estimula la consecución de méritos para alcanzar ese futuro (motivación) y ayuda a las personas a orientarse y predisponerse hacia unos objetivos planteados por la empresa (alineación).
¿Te imaginas tener que explorar la selva amazónica o atravesar el desierto del Sahara sin un mapa que te sirva como guía?
Un plan de carrera no es algo rígido, no es una tabla donde esté grabado a fuego el destino de cada trabajador. Pero sí es algo así como un mapa del itinerario. Y cuando tienes por delante la travesía de tu vida laboral, se agradece. ¿Te imaginas tener que explorar la selva amazónica o atravesar el desierto del Sáhara (en algunos casos la experiencia laboral no es menos intimidatoria) sin un mapa que te sirva como guía? Desapacible, ¿verdad?
Definitivamente, los planes de carrera son uno de esos casos en los que «perder» un poco de tiempo y de energía al principio puede ahorrar muchos costes y quebraderos de cabeza más tarde.
José Enrique García – Director General de Equipo Humano – @JEGarciaLlop
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