Hoy en día, aportar una experiencia de candidato positiva y generar una propuesta de valor interesante es esencial para atraer el mejor talento a nuestra organización.
¿Qué ocurre por hacer las cosas de forma diferente? ¿Por intentar innovar para adaptarte a los tiempos?
Pues depende de la decisión y la envergadura de la misma, pero en realidad y con un riesgo controlado, no debería ocurrir nada contraproducente.
Pues lo mismo ocurre con las pruebas de selección de personal y la experiencia de candidato/a.
Estamos en un momento de la historia donde según los expertos el talento escasea.
En mi opinión talento hay, pero para otro tipo de industria y con unas expectativas diferentes. Pero podemos aceptar que el talento es un bien escaso.
Seguimos definiendo los perfiles de los candidatos/as al puesto de forma similar que hace unos cuántas décadas:
- Formación.
- Capacitación.
- Experiencia.
- En el mejor de los casos competencias que deben ser evaluadas con cuestionarios.
- Y una serie de entrevistas donde se decide si la persona es apta o no apta para el puesto de trabajo.
Hasta aquí nada ha cambiado.
Pero, ¿conocemos realmente la personalidad del candidato/a que estamos buscando?, ¿sabemos a ciencia cierta cuáles son sus expectativas y qué desea hacer?, ¿nos acercamos a ellos/as de una forma similar a la que piensan o sienten?
Steve Blank diseñó hace ya unos años una herramienta denominada “mapas de empatía”.
Que ayudaban a definir arquetipos de clientes para dirigirse a ellos/as de manera más aproximada, más ajustada, definiendo lo que oyen, lo que ven, lo que siente, lo que les motiva, lo que les frustra, etc.,
Y de esta forma tener uno o varios arquetipos de clientes correctamente definidos, haciéndolo de una forma más humana y así, establecer la estrategia de captación de clientes.
Pues ahora, tomemos a nuestros candidatos/as como si de clientes se tratara y apliquemos el mapa de empatía.
Pensemos y analicemos cómo son, que esperan, qué oyen a menudo, qué ven de forma diaria, qué les frustra, en qué ámbitos se mueven y qué les ayuda a motivarse, qué quieren en realidad como personas.
Y así, podemos definir el perfil del candidato/a ideal para nuestra empresa.
Así lo venimos haciendo desde Equipo Humano desde hace más de 20 años y no hay nada como humanizar un proceso que se había deshumanizado.
Lo dicho, humaniza el proceso de selección.
José Enrique García.
Director General Equipo Humano.
Vía El Mundo