La evaluación del desempeño es, quizá, la intervención más temida del departamento de recursos humanos en las empresas. Esto se debe comúnmente a dos factores: el desconocimiento de la herramienta por parte de los evaluados y el mal uso de la misma por parte de los evaluadores. Pero una evaluación, sobre todo una bien hecha, no es una medida de control o vigilancia, como algunos llegan a sospechar, sino más bien una iniciativa para señalar el valor de lo que hacen las personas dentro de la organización.
Existen 3 requisitos fundamentales para que una evaluación de desempeño sea efectiva. El primero es que sea concordante con la cultura y las políticas organizacionales de la empresa. Es decir, tendría poco sentido introducir un sistema de evaluación exhaustivo en una empresa no acostumbrada a medir su actividad. En un caso así más valdría introducir progresivamente las herramientas y metodologías de medición para que sean correctamente asimiladas.
El segundo factor es conseguir, como decíamos al principio, que la evaluación sea trasmitida por los evaluadores y sentida por los evaluados como una herramienta de mejora. Sólo entonces el evaluado pasará a sentirse «el valorado» al que se le han detectado sus necesidades de capacitación, y sólo entonces el evaluador pasará a sentirse «el descubridor» del colaborador estrella para cada puesto.
La tercera condición es, claro está, que la evaluación sea adecuadamente diseñada y ejecutada. Pero, ¿cómo?
Cómo diseñar una evaluación del desempeño con éxito
- Planifica y define. Ten claro qué mejora buscas y define exhaustivamente los objetivos perseguidos y el público que será evaluado
- La información es poder. Recoge toda la información que tenga la organización sobre el colectivo a evaluar para poder establecer un calendario de trabajo.
- La importancia de las variables. Tómate el tiempo necesario para conocer en profundidad los distintos puestos y las descripciones de trabajo. Analiza las interrelaciones de los puestos, las métricas y objetivos de cada puesto.
- Deja bien claras las competencias, es decir, el conjunto de comportamientos replicables y medibles compuesto por conocimientos, habilidades y actitudes que permiten el desempeño superior en un rol, cargo o función.Las competencias genéricas y específicas de los diferentes puestos con sus correspondientes nivelados de conductas deben quedar perfectamente definidas.
- Ensayo-error. Establece diferentes pruebas para validar el sistema con el fin de poder realizar las mejoras oportunas que garanticen el éxito de la Evaluación del Desempeño.
- El papel de los evaluadores es fundamental. Después de una correcta formación, realizarán tres entrevistas a cada evaluado. Para que su trabajo se pueda desarrollar correctamente, se les dotará de manuales de entrevistas de desempeño, desarrollo de las competencias y sus conductas niveladas, descripción de los Kpi´s, manuales de implementación y vídeos tutoriales si fuera necesario.
Evaluar el desempeño no es otra cosa que estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de cada persona de forma que tanto ella como sus responsables sepan cómo de alineada está con respecto a un estándar definido por la empresa, y en qué debería mejorar para ajustarse todavía más al mismo.
Aitziber Rivas – Consultora de Equipo Humano – a.rivas@equipohumano.com