Europa lo tiene claro: «el conocimiento es la moneda de la economía global» según el Comisario de Investigación, Innovación y Ciencias europeo, Máire Geoghegan-Quinn, y para fomentar el empleo y la competitividad, la UE sigue apostando por la I+D+i. Artículo de Cécile Sauvage en el diario Levante EMV.
Los recortes en investigación paralizan las actividades de muchas empresas españolas que buscaban subvenciones autonómicas o nacionales para financiar sus proyectos de I+D+i. Es hora de buscar nuevas líneas de financiación.
¿Qué programa elegir para financiar un proyecto?
Existen múltiples convocatorias a nivel europeo que fomentan la I+D+i. El Séptimo Programa Marco, por hablar del más conocido, anunció en julio un aumento significativo de los fondos, que ascenderán a 8.100 millones de euros en 2013. Este programa se dirige a sectores tan diversos como el cambio climático, alimentación, biología, TIC, salud… y todo lo que concierne a innovación industrial en general. Pero este programa no es el único: Eurostar, Life+, Progress y Lifelong learning son otros tantos programas que contribuyen a fomentar la innovación, ya sea a nivel industrial, social o formativo.
Cada uno de estos programas tiene prioridades estratégicas, un público objetivo, actividades determinadas y características en cuanto al presupuesto de los proyectos y la tasa de cofinanciación. Así, a la hora de lanzarse en un proyecto europeo, es muy importante definir claramente la idea del proyecto, para saber en qué programa encaja y seguir las prioridades determinadas por las políticas europeas para maximizar sus posibilidades de éxito.
¿Por qué buscar socios?
Una de las condiciones básicas que encontramos en muchas de las convocatorias es el requisito de realizar los proyectos en cooperación, lo que significa que el proyecto deberá tener detrás una agrupación o consorcio sólido y plenamente justificado, para realizar las tareas que les correspondan en el proyecto. Si bien puede parecer un tanto apremiante, se debe pensar en las ventajas de esta cooperación: el enriquecimiento al ver cómo trabajan en otros países, una mayor visibilidad a nivel internacional, etc.
Destinar tiempo y recursos a encontrar los socios adecuados es tan determinante como desarrollar una buena idea de proyecto.
¿Cómo presentar un proyecto?
Vimos antes que cada convocatoria tiene sus características; lo mismo que los formularios para presentar una solicitud. Estos suelen ser complejos y deben ir acompañados de un plan de acción detallado, de una estimación financiera, y de una serie de justificantes sobre los socios que participarán en el proyecto y su carácter legal. La preparación de un proyecto europeo requiere la involucración de un experto que tendrá la capacidad de convertir la idea en una propuesta completa y elegible, adecuándola a la convocatoria elegida.
Para muchas empresas, la búsqueda de socios y la preparación de propuestas de proyecto son etapas sensibles, porque no disponen de los conocimientos y recursos internos para llevar a cabo esta tarea. Presentar un proyecto no ofrece la garantía de obtener fondos y, para aumentar sus posibilidades de éxito, la empresa no debe actuar sola, sino buscar el apoyo de profesionales, como, por ejemplo, acudir a consultoras que ofrezcan un servicio de apoyo para la presentación de proyectos europeos.
¿Cómo ejecutar un proyecto?
La comunicación de la aprobación de un proyecto es una muy buena noticia ya que significa, por lo general, que las cosas se han hecho bien. En ese momento hay que poner en marcha las actividades planeadas gestionándolas correctamente, lo que permitirá recibir una buena evaluación de los informes por parte del organismo gestor. Por eso es muy importante implementar, dentro del consorcio, una buena coordinación y un control regular, tanto a nivel técnico como financiero, y pensar que una evaluación negativa puede perjudicar la adjudicación de otras subvenciones en el futuro.
Participar en proyectos europeos es enriquecedor y adictivo: la empresa se abre a un mundo rico en ideas y visiones nuevas, que le permite aliarse con nuevos socios y participar en nuevas iniciativas, impulsando la creatividad de las empresas. ¿No es esa una buena noticia?
Cécile Sauvage
Consultora Fundación Equipo Humano