Ser miope tiene cura. Es incómodo si no lo remedias. No verás más allá de un palmo de tu nariz. Gafas graduadas, lentillas o una operación pueden ser la solución. Pero hay otro tipo de miopía que no se remedia así.
El Líder Miope es una persona que no tiene visión a largo plazo en una empresa. Por lo que será difícil que construya un futuro. Tan sólo se fijará en las actividades diarias, quizá pueda poner atención en las tareas del día después. O de un evento determinado que se aproxima en el calendario. Y tiene capacidad para hacerlo bien. Muchos se han dejado llevar o la situación les ha sobrepasado hasta el punto de centrarse en una serie de prioridades a corto plazo que no le dejan ver más allá.
Al líder miope le puede compensar la excelencia de otros altos cargos que se encargarán de suplir esta falta de visión del líder. Aunque, a menudo, esta segunda línea del organigrama de una empresa podrán ser magníficos profesionales, pero no suelen tener las dotes de líder necesarias para reflexionar y construir un futuro.
Quejas y lamentos suelen ser la salida fácil. Algo así no se soluciona solo. Deben tomarse medidas, si se es consciente; y tener voluntad, si se quiere solucionar la miopía.
El denominado ‘visual thinking’, o pensamiento visual, es una herramienta muy válida para dilucidar el futuro de la organización. Aunque no sepas dibujar, seguro que un simple garabato puede ser el comienzo para trazar el futuro. Sólo hay que fijarse en cómo imponen las pinturas rupestres. En su sencillez radica también su poder. Para trazar esa imagen hay que asimilar las pretensiones, los sueños, las metas que tiene la empresa en un futuro cercano. Un par de años. Tres. Quizá cinco. Hay que pensar también en todo lo que existe hasta la fecha. Imaginar la marca, la localización, la propia organización con todos sus servicios, sus productos, la maquinaria…puedes sumar al cóctel mental, previo a la imagen, algún ídolo, un referente, alguien que se vislumbre como una inspiración.
Y, entonces, a dibujar. No tiene que ser individual e intransferible. Que otros compañeros hagan el mismo ejercicio. Entre todos se puede trazar ese futuro. Y recuerda, siempre, este mensaje: compartir para construir.
José Enrique García
Director General de Equipo Humano
vía @elmundo