Las nuevas reglas de juego del mercado laboral nos imponen tener que hacer un seguimiento mucho más exhaustivo de cada oferta; es decir, averiguar de qué empresa se trata, su actividad y ubicación, y quién lleva el proceso de selección. Coro de la Fuente, en su artículo publicado en el número de enero de la revista Economía 3 nos da claves de cómo podemos afrontar una búsqueda activa de empleo eficiente.
En esta durísima etapa que estamos viviendo, no solo escasea el trabajo, sino que, además, las Reglas del juego han cambiado y debemos evolucionar Y adaptarnos a ellas. Hace ya un tiempo que no basta con enviar currículums, hacer la ruta por el polígono saludando a todos los vigilantes de las fábricas husmear en internet.
Siempre he considerado que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo; pero en este momento, es un trabajo especializado, que requiere de una estrategia con objetivos, seguimiento y evaluación de las acciones llevadas a cabo, para repetirlas si la actuación ha sido correcta, o analizar aquellas actuaciones que se deban modificar.
Lo primero que debemos plantearnos es qué tipo de trabajo buscamos (y hay que ser realistas, por favor) y si nuestro perfil encaja con el objetivo y se adapta al puesto concreto al que queremos aspirar. Si no es así, tenemos por dónde empezar: reciclaje, formación y aprender para intentar alcanzar el objetivo buscado.
No basta con encontrar ofertas de trabajo; hay que aprender a leer entre líneas y detectar que es lo que están buscando en realidad. Si consideramos que podemos encajar puesto, enviaremos el currículum, pero no hay que desanimarse al ver que, antes que nosotros, lo han hecho ya 500 candidatos, de los que probablemente algunos estén más preparados.
Las nuevas reglas imponen que tenemos que tenemos que hacer un seguimiento mucho más exhaustivo de cada oferta; es decir, averiguar de qué empresa se trata, su actividad y ubicación, y quién lleva el proceso de selección; si se realiza internamente o se ha externalizado en una consultora o en una empresa de trabajo temporal.
Si el proceso es gestionado por la propia mercantil, el objetivo es el Departamento de Recursos Humanos. Hay que llamar, insistir una o dos veces si hace falta. Procurar averiguar el nombre de la persona que lo está gestionando y volver a enviar el currículum, pero esta vez a la bandeja de entrada de su cuenta de correo.
Si por el contrario, el proceso se ha externalizado, ya sabremos de qué consultora o empresa de trabajo temporal se trata. El objetivo en este caso no es la empresa final (habitualmente desconocida para el candidato), sino la intermediaria. Llamaremos, insistiremos una o dos veces si hace falta. Son ellos los que harán la criba curricular y quienes deciden a quién entrevistar.
Si hemos logrado establecer un contacto personal, nuestro currículum ya no es uno entre 500, sino que le queda menos para llegar a la meta. A partir de aquí, ya conocemos el camino. Prepárate a fondo si eres entrevistado. Demuestra entusiasmo, pero no nervios y, sobre todo, no hay que perder la seguridad en uno mismo; somos los mejores candidatos para ese puesto.
En otro orden de cosas; en general, cuando se busca empleo o se emprende un nuevo proyecto profesional (como se dice ahora), hay que mantener activada toda tu red social o ‘networking’; es decir, conectarnos con profesionales de nuestro mismo sector en LinkedIn, seguir en Twiter a quien nos puede abrir puertas y no olvidarnos de amigos y conocidos. Todos ellos pueden ayudarnos a alcanzar el objetivo de ser el ganador de este juego.
Coro de la Fuente
Consultora de Equipo Humano