Posiblemente sea uno de los retos más importantes a los cuales se enfrenta las empresas en materia de gestión de personas; que los humanos que la componen sientan los colores de la empresa como propia.
Parece que medir el desempeño es lo mismo que valorar el rendimiento y son dos conceptos totalmente distintos y al tiempo complementarios y necesarios.
Estamos evaluando el desempeño de arriba hacia abajo, así como evaluando solo el desempeño desde el punto de vista de la propios jefes, pero no hacemos extensible esta evaluación al cliente.