La consultoría ha muerto. Nos ha dejado. Au revoir. Y, además, no va a volver. Jamás. No importa: nunca ha existido. Es un invento. Humo. Una palabra manida y carente de significado. Nada tangible. Una forma de tapar un hueco.
Natalia Juarranz, compartió una serie de claves para que las empresas sean emocionalmente inteligentes, a través de ejercicios prácticos que despertaron el interés de los asistentes.