El compromiso, nuestra meta.
La importancia de la relación empresa-colaborador/a no ha dejado de aumentar, llevándonos a hablar de empresas que buscan “enamorar” a sus empleados y candidatos.
Este hecho ha llevado, entre otras cosas, a la aplicación de los principios del marketing a la dirección de personas, creando así el employer branding, cuyos objetivos son atraer talento y, sobre todo, fidelizarlo durante su experiencia en la empresa.
Con estas premisas, Equipo Humano elaboró un modelo a partir del cual identificar aquellas áreas del viaje del empleado/a que resultan positivas y negativas, a fin de adaptar las acciones a las motivaciones y necesidades de los/as colaboradores/as, así como redefinir la propuesta de valor de la empresa lanzada hacia el mercado.
Este modelo está compuesto por tres grandes fases:
1. Diagnóstico: ¿Cuál es mi punto de partida como empleador?
En primer lugar, analizamos la realidad objetiva de la empresa: perfil de empleados (media de edad, nivel formativo, antigüedad, experiencia, etc.), estado del sector (facturación, crecimiento, etc.). Esta información puede afectar a las expectativas e ilusiones tanto de potenciales empleados como de los actuales colaboradores.
Posteriormente, escuchamos a las personas que forman parte de la empresa y que suponen una muestra representativa de la misma. A través de entrevistas, dinámicas de grupo (con herramientas como el mapa de empatía, visual thinking, …) y/o cuestionarios obtenemos información respecto a los pensamientos y emociones de los trabajadores, obteniendo así un mapa de los momentos positivos y mejorables desde su primer día hasta la actualidad en la empresa. Además, medimos su nivel de compromiso tanto con su puesto como con la organización en general.
Aunamos toda la información recabada y reflexionamos sobre qué datos hemos obtenido y son generalizables y cuáles se han mostrado individuales, de manera que obtengamos una fotografía de los puntos en los que estamos activando el compromiso y en cuáles necesitamos focalizarnos para actuar como palancas de dicho compromiso.
2. Acción: ¿Qué debo hacer para mejorar el compromiso de mi gente? ¿Cuándo?
Con toda la información recabada se diseña, conjuntamente con la dirección del proyecto, un plan de acción de employer branding en el que se definan acciones generales, y acciones individuales pues sólo haciendo planes específicos y adaptados conseguiremos gestionar óptimamente el ciclo de vida del empleado/a.
En esa búsqueda de la mejora de la experiencia del empleado/a y de la capacidad de atracción de candidatos, hemos desarrollado algunas acciones como por ejemplo: plan de mentorización, pack de bienvenida, formación, comunicación interna, creación del portal del empleado, planes de promoción, etc.
3. Revisión: ¿Qué acciones, de las que he desarrollado, han impactado significativa y positivamente y cuales no?
Tan importante es detectar e implantar, como medir recurrentemente y de una manera sencilla cómo evoluciona la percepción de los empleados con respecto a la empresa y al cuidado que esta ofrece. Por ello, estableceremos diversos momentos en los que volver a evaluar de una manera ágil la experiencia del empleado/candidato.
¿Quieres forjar una relación a largo plazo con tus empleados?
Si la respuesta es sí, no lo dudes, ¡contacta con nosotros!.