Somos una nueva especie bautizada como homo digitalis. Nos caracterizamos por estar siempre interconectados. Veinticuatro horas al día. Trescientos sesenta y cinco días al año. Nos movemos en un mundo de unos y ceros. Nuestros cerebros funcionan como discos duros que almacenan datos y que comparten información sin necesidad de presencia física. Mucho terabyte en nuestra mente. Y podemos conectarnos siempre que queramos al gran cerebro universal. Eso a lo que hemos querido llamar internet. El que lo sabe todo. Incluso sobre nosotros mismos.
En la era digital se funciona de otro modo. No hace falta saberse de memoria los reyes visigodos. No necesitamos cazar bisontes con un arco. La inteligencia artificial, la robótica y la automatización van a transformar este mundo. A partir de ahora se hablará de marketing digital, de analítica web, de cloud computing, desarrollo de aplicaciones…
El homo digitalis estará formándose, siempre. Se acabó hacer una carrera y encontrar un trabajo para toda la vida haciendo siempre lo mismo. El colegio. La universidad. La educación en general se tiene que adaptar a esta nueva era digital.
Hay que centrarse en el talento. Lo que se puede extraer de cada uno. El nivel de progreso que se encuentra en cada uno de nosotros. La capacidad y habilidad para llevar a cabo una tarea determinada. Valorar ideas nuevas. Las innumerables sorpresas que todos guardamos en nuestro interior. Todo aquello que uno es capaz de hacer, a veces sin saberlo.
El secreto del homo digitalis será poder trabajar su talento. Para ello será necesario un liderazgo en las empresas que sea capaz de ver ese talento. Hay que saber moldearlo, transformarlo, adaptarlo. Las empresas buscarán aspectos muy concretos. Tanto de sus propios trabajadores como de los futuros candidatos. Será necesario tener ese talento registrado, tal como se puede hacer hoy en día con el software Talent. Capaz de medir el talento.
Una imprescindible herramienta para el homo digitalis. Capaz de mostrar la evaluación del desempeño, el cumplimiento de objetivos, los índices de rotación y todo aquello que debe incluir un mapa del talento. Un identificador del talento en nuestra propia empresa.
vía el mundo
José Enrique García director general en Equipo Humano