La cultura organizativa es un tema cada vez más recurrente en artículos y foros profesionales de toda índole. Se habla de la importancia de tener una buena cultura organizativa, de difundir la cultura y de transmitir la cultura, pero cuando preguntamos directamente qué es la cultura organizativa o cuál es la cultura de la empresa habitualmente existe un silencio prolongado…
Si ya de por sí el concepto de cultura es complejo por todos los elementos que la conforman y a los que da significado, la definición de la propia cultura de la empresa conlleva un ejercicio de profundo análisis que muchas veces es costoso en tiempo pararse a realizar.
Como primera conclusión, decir que no existen buenas o malas culturas, lo que se encuentran son culturas más o menos adaptadas y/o coherentes con la estrategia y la realidad organizacional.
No existen buenas o malas culturas, lo que se encuentran son culturas más o menos coherentes con la estrategia y la realidad organizacional
Una empresa con una cultura enfocada hacia la consecución de los objetivos organizacionales no tiene que ser mala per se, se convierte en perversa cuando no es coherente con la imagen proyectada hacia el exterior y crea falsas expectativas sobre los futuros empleados, cuando el mensaje que se transmite y las prácticas de recursos humanos son contrarias o cuando la cultura no es compartida por personas en posiciones de liderazgo y transmiten mensajes y realizan acciones que frustran al personal. Una cultura que desmotiva, frustra y desvincula trabajadores es una cultura incoherente.
Por otro lado, una cultura no adaptada a la estrategia o al contexto empresarial provoca que no todas las personas de la organización estén alineadas con los objetivos de la empresa. En un entorno empresarial en el cual la innovación continua es necesaria y vital para la supervivencia de la empresa, se deben potenciar los espacios para crear y compartir conocimiento, la formación de las personas en nuevas tendencias en el área ha de ser una realidad, el ambiente de trabajo debe propiciar la interacción entre colaboradores, se han de seleccionar personas creativas, innovadoras, con motivación hacia el aprendizaje, probablemente la forma de vestir sea casual , la estructura organizativa puede ser más plana y estar más relacionada con el trabajo en sí mismo que con las relaciones formales de dependencia…
La buena cultura es aquella en la que todos los elementos de la organización, desde la visión a las prácticas concretas de gestión de personas, son coherentes
La buena cultura es aquella adaptada a su entorno y que dirige el comportamiento de los trabajadores hacia las metas organizacionales; la buena cultura es aquella en la que todos los elementos de la organización, desde la visión a las prácticas concretas de gestión de personas, son coherentes.
¿Cómo puedo saber si mi cultura está adaptada al contexto económico y es coherente a nivel interno y externo?
- Analiza cuál es tu cultura deseada en función de los objetivos estratégicos: ¿hacia dónde vamos y cómo deberíamos ser para conseguirlo?
- Evalúa tu cultura actual. Para esto utiliza métodos cuantitativos y cualitativos, valorando cuál es la cultura que las personas piensan que existe en la organización y qué dicen las prácticas de gestión de personas, los espacios, la marca, los procedimientos con el cliente… Presta especial atención a la coherencia entre elementos organizacionales y existencia de subculturas en la empresa.
- Elabora un plan de acción. En caso de que la cultura deseada y la real no coincidan, elabora un plan de gestión de cambio cultural. Ten en cuenta que la cultura no cambia de un día para otro, es un proyecto a medio plazo.
- Realiza seguimiento del avance. Cuando pongas en marcha el plan de acción no olvides monitorizar el avance en el proyecto y su comunicación a todos los implicados.
Un cambio cultural lleva tiempo para que se complete y puede llevar asociado modificaciones en distintos elementos de la organización, por lo cual es importante planificar el proceso de cambio y asentar cada uno de los pasos.
La buena cultura es aquella que va en línea con las necesidades organizacionales y que contribuye a que todas las personas de la organización aporten al máximo en línea con los objetivos marcados, no existen culturas buenas o malas en sí mismas, sólo culturas coherentes y adaptadas a la realidad.
Jose Enrique García. Director General de Equipo Humano