Desde hace ya unos cuantos años, en Equipo Humano escuchamos a organizaciones que detectan problemas visibles en su personal, que no están relacionados con sus conocimientos, pero que terminan afectando al desempeño que son capaces de ofrecer. Tras escuchar cada caso, solemos recomendar una formación en habilidades en contexto outdoor, y para nuestra sorpresa, muchas de las organizaciones a las que se lo recomendamos, nos suelen responder: “¿Qué es eso? ¿Eso es lo de las pistolitas? Pero con eso no se aprende nada…”
Cuando nos sentamos con responsables de empresas, nos comentan cómo funcionan a nivel operativo y personal los diferentes equipos de trabajo. Y en la mayoría de ocasiones, lo que más se detecta es un potencial de mejora relacionado con la forma en la que las personas hacen su trabajo, es decir, con sus habilidades.
No estamos hablando de carencias a nivel técnico, que sería aquello que hacen en sus puestos de trabajo, sino en el cómo lo llevan a cabo, cómo interactúan con el resto de compañeros y/o colaboradores, cómo se organizan el trabajo, se planifican, su proactividad, etc. Aspectos que, sin guardar relación con el conocimiento técnico que puedan poseer las personas, afectan al desempeño que son capaces de ofrecer y que si se mejoran, suponen un beneficio tanto para el trabajador como para la organización.
Tras escuchar cada caso, una de nuestras recomendaciones es una formación concreta en habilidades en contexto Outdoor, y para nuestra sorpresa, todavía hay muchas organizaciones que nos suelen responder:
“¿Qué es eso? ¿Eso es lo de las pistolitas? Pero con eso no se aprende nada…porque ¿luego qué?”
Así que hoy, os vamos a contestar a las 6 preguntas que todos quieren saber acerca del Outdoor: Qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué de la formación Outdoor.
¿Qué es un Outdoor?
La formación Outdoor es una metodología de aprendizaje basada en observar, pensar, hacer y sentir emociones, es decir, es un aprendizaje a través de la experiencia directa y propia de quien participa en ella. Mediante una serie de actividades y ejercicios al aire libre, seguidas siempre de un espacio para su análisis, los participantes movilizan actitudes y valores; adquieren conocimientos, trabajan y desarrollan las habilidades y las conductas específicas que les llevarán a desarrollarse personalmente y a mejorar el rendimiento y la eficacia del equipo, pues al haber sentido y vivido la experiencia, es la propia persona la que guiada por un facilitador experto (psicólogo de profesión) traslada la experiencia Outdoor a su día a día laboral, logrando de forma eficaz una identificación clara en el trabajo de cada situación a la que se hace referencia en el Outdoor, y por otro lado, una toma de decisiones consciente con respecto a la manera de actuar en esa situación, que cada participante extrae de su compromiso personal de mejora con el que se cierra toda actividad Outdoor.
¿Quién participa?
No hay edad mínima ni máxima para participar. Ni cargos, ni responsabilidades… Puede participar todo trabajador que tenga unas habilidades a descubrir, desarrollar o potenciar, tanto a nivel individual como colectivo. Dependiendo del tipo de necesidad u objetivo a lograr se desarrollaría el diseño del Outdoor. Si bien es cierto que por grande que sea el colectivo para el que se realiza la acción Outdoor, se distribuye a la gente en diferentes equipos de no más de 15 personas, con el propósito de que todas las personas puedan participar plenamente en las actividades.
Además, como ya habíamos avanzado, estas actividades siempre se realizan acompañados de un consultor, psicólogo especialista en análisis de conducta y del funcionamiento de los grupos, quien se encarga de crear el marco e inducirles al aprendizaje. Destaca por su expertise en el método Socrático (propiciar la reflexión de los demás mediante preguntas oportunas), intervenir en el momento justo, provocar y dejar hacer. Contribuye a que fluya el proceso del grupo y cada integrante. Estimula el feedback y la participación activa.
¿Dónde se realiza el Outdoor?
El aprendizaje sólo ocurre en áreas en las que no tenemos todo el control, es decir, fuera de nuestra zona de confort. Un medio natural, urbano o simplemente fuera de su entorno laboral, reúne a todos los participantes en un nivel de igualdad, de corresponsabilidad ante la actividad a la que se enfrentan como equipo, generando un sentimiento compartido, que les motiva a aportar al equipo y a desarrollar nuevas competencias personales (tomar la iniciativa, decidir, planificar, organizar, ejecutar, etc) para superar con éxito las situaciones (actividades en forma de retos) que se les van presentando.
El entorno óptimo para el desarrollo de la jornada Outdoor dependerá de las características, perfil y experiencia previa de los participantes en este tipo de actividad, así como el objetivo que se persiga con la acción. Y lo que consideramos más importante, es que el entorno no suponga en ningún caso la asunción de un reto demasiado grande para nadie o que pudiera influir de forma negativa, cohibiendo el comportamiento de las personas.
¿Cuándo podemos realizarlo?
Al tratarse de una acción formativa, puede realizarse tanto dentro como fuera del horario laboral. Dependerá de la política de cada empresa al respecto o de la decisión última que se tome por su parte. Si bien es cierto, que si tenemos en cuenta el contexto de Outdoor en el que se decide trabajar, la época del año puede verse influida: ¿a quien no le apetece en estas fechas ir a la montaña, o en verano estar cerca del mar?.
¿Cómo se consigue?
Los programas formativos se diseñan a medida, son únicos y originales para cada caso ya que se tienen en cuenta los distintos estilos de aprendizaje de las personas que participan. Los objetivos que se persiguen se traducen en retos a conseguir en un ambiente de aventura y dificultad controlada. Se utilizan técnicas adaptadas según las necesidades que pueden ir desde la orientación y supervivencia a actividades que realizábamos en época escolar o incluso en el hogar, etc.
Pero como hemos dicho, todo dependerá de la acción u objetivo que persiga el Outdoor, ya que pueden realizarse jornadas de distintos tipos y por diferentes motivos: jornadas por acciones de motivación, sobre comunicación, de creación, de formación o simplemente, jornadas lúdicas.
Pero, ¿por qué realizar un Outdoor?
Con todo, realizar una formación en contexto Outdoor posee una serie de ventajas de las que te puedes beneficiar:
- Ofrece una mayor flexibilidad para trabajar que un aula.
- Aumenta la confianza y la libre expresión de los participantes al trabajar en un entorno diferente al profesional.
- Desarrolla una comunicación fluida y receptiva.
- Fomenta actitudes cohesionadoras en equipos de trabajo que facilitan la mejora de las relaciones profesionales y personales.
- Aumenta la motivación hacia los objetivos del conjunto de la empresa y alinea las visiones hacia ésta.
- Refuerza comportamientos responsables en equipos de trabajo.
- Impulsa una cultura de mejora y aprendizaje.
- Incentiva actitudes que promueven el liderazgo.
- Elimina muchos de los conflictos existentes en la oficina, pues ayuda a desbloquearlos y a resolverlos.
- Ofrece a los participantes un espacio de tiempo para pararse a pensar (cosa que en el trabajo ni ocurre ni se dispone), hacer un análisis crítico de sus comportamientos, de sus relaciones, de sus fortalezas y puntos de mejora y en el que aprenden de ellos mismos y de los demás, mejorando la comprensión mutua, la comprensión del trabajo y sobre todo, del papel que cada uno juega en su día a día en la empresa.